La monarquía degenera en tiranía, la aristocracia en oligarquía, y la democracia en violencia y anarquía. La mejor forma de gobernar es la que combina la monarquía, la aristocracia y la democracia.
Una medida del líder es el calibre de la gente que lo sigue.
Aunque los reyes obren bien, se hablará mal de ellos.
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